Todo comenzó con la creación de una carreterita para que su pequeño hijo jugara con sus carritos. Lamentablemente el niño murió a una corta edad, pero dejó en su padre una semilla que hace seis años germinó.

Don Lino es un artesano que vive en el pueblo de San Dieguito Xochimanca, Texcoco.

Su casa se ha convertido en un museo, pues en todo el patio se pueden observar algunas representaciones en miniatura de pirámides,  haciendas e iglesias, fruto del trabajo y dedicación con las que elabora estas piezas artesanales.

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