El artista urbano alemán llegó a la Ciudad a México para plasmar sus efectos ilusionistas tridimensionales en el Monumento a la Revolución, con Amor Eterno, una de las tres obras más grandes que Edgar Müeller ha realizado con la técnica “anaformismo”, que consiste en jugar con la vista por medio de la perspectiva y la luz.

Inspirada en elementos vitales, como el agua y el fuego, y añadiendo el sello mexicano con las imágenes de Tenochtitlán, los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, Edgar nos deleita con su luminosa forma de expresarse.

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